Los vecinos de la carrera 38 con calle 64, en el barrio Recreo de Barranquilla, no pueden sentarse ni siquiera en las terrazas de sus viviendas por cuenta de los malos olores que provienen de una de las orejas del puente que está en la mencionada dirección.

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“Estamos desesperados, no sabemos qué hacer, nos toca poner trapos debajo de las puertas para que el olor no entre a la casa. Allí diariamente llegan entre 10 y 15 habitantes de calle a defecar allí aprovechando que ese pedazo no se ven y no existe iluminación”, dijo Carlina Ramírez, residente del sector.

Aseguró que hace dos meses la empresa Triple A realizó una limpieza, pero la situación con los habitantes de calle persiste.

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“El olor a excremento es insoportable, ya por aquí varias personas se han enfermado por esta situación”, dijo.

La mujer y los demás residentes del sector esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto para resolver esta problemática.